Cuando este Gobierno habla de crear un organismo para desarrollar algo, inmediatamente todos debemos preguntarnos cuánto nos va a costar la broma. Y si el invento viene dado a través de una inspiración de la muy sagrada Concepción del Canal 4, pues ya se imaginarán cómo hay que ponerse a temblar. Porque, como supondrán, ni Soria ni Paulino van a crear a estas alturas un organismo para el desarrollo de la TDT que no tenga que estar necesariamente vinculado a un empresario de cabecera. Al final todo se reducirá a inyectar dinero a los adjudicatarios hasta que empiecen a ganar por ésa u otra vía. Como si lo estuviéramos viendo.