Cuentan las malas lenguas de la prensa tinerfeña, que tiene muy mala uva por lo general con algunos personajes de reconocido prestigio, que algunos de los invitados presidenciales llegados de esa isla no acogieron con agrado el acomodo que se les facilitó en el barco de Fred Olsen. En concreto, refunfuñó un poco don José Rodríguez, director-editor de El Día, que se preguntaba cómo era posible que algunos viajaran con tarjeta oro en primera clase y él, que está en posesión de la Medalla de Oro de Tenerife, tuviera que compartir turista con el común. Dos periodistas de contrastada mala uva insistieron mucho en que no hubiera distingos, al tiempo que usaron su influencia para conseguir justamente que los hubiera, pero a su favor. Por lo demás, gran papeo el que sirvió la gente de Mararía, un catering que está dando mucho que hablar.