Ya tienen Paulino Rivero y Coalición Canaria otra nueva excusa para pedir al diputado Esteban Bethencourt su dimisión tras ser condenado a cuatro años de cárcel y nueve de inhabilitación por malversación de caudales públicos. El ejemplo llegó este mismo viernes desde Baleares, donde el diputado Bartolomeu Vicens, de Unió Mallorquina, condenado en primera instancia por delitos relacionados con la corrupción, ha anunciado que dimite. Vicens se había enrocado en los mismos argumentos utilizados en Canarias, básicamente que la sentencia no es firme hasta que la ratifique el Supremo, y había puesto en jaque la estabilidad parlamentaria del Gobierno balear (PSOE, Unió Mallorquina) al negarse a marcharse y pasar al Grupo Mixto. En Baleares, donde la Justicia ha puesto patas arriba la gestión del PP y UM en la anterior legislatura, los modos son otros: no sólo hay gente que dimite sino que no hay protección a los corruptos, por muy aforados que estén.