A la vista de la situación de debilidad interna de la nueva directiva, a la vista de la poca credibilidad externa que presenta la AEC y a la vista de los nombres de los que soportan al actual presidente, empiezan a levantarse dentro de la patronal de la construcción muy autorizadas voces que hablan de la apertura de un nuevo proceso electoral que termine con un resultado que equivalga democráticamente a la auténtica correlación de fuerzas de la asociación. Pensar que candidaturas de consenso como la que se pretendió que encabezara Antonio Sánchez Tetares puedan haber sido sustituidas por apaños poco creíbles de un presidente gobernado por la secretaria y otra ex presidenta pone de los nervios a la parte seria de la patronal. La derrota cosechada, además, por los promotores inmobiliarios en su intento por hacerse con la Confederación debilitan aún más el poder establecido en la AEC.