Cualquier persona mínimamente conocedora de la normativa vigente en materia de espectáculos públicos puede empurar sin mucho esfuerzo a los organizadores del concierto de Elton John, pero ya se sabe que en Tenerife se perdonan muchas cosas por aquello de no flagelarnos en público más de lo que ya hacemos en privado. A ver si nos entienden. La empresa organizadora -Canarias Sun Live Festival- es de nueva creación y de ella forman parte empresarios de actividades diversas, desde el mundo de las producciones televisivas hasta de la construcción o el turismo, como Higinio Guerra, Jordi Esplugas y José Pardal. Pero no parece que hayan sabido poner en manos expertas las cosas más delicadas, como las negociaciones con las oficinas artísticas (resultaron fallidos sus intentos recientes de traer a Andrea Bocelli, y ha habido tiranteces de novato en las negociaciones con Elton John) o la logística precisa para que un acontecimiento de este tipo no acabe en los tribunales. O en tragedia.