Décimoséptimo día y seguimos sin noticias de Carlos Sánchez, consejero del Cabildo grancanario que anda medio empurado (y medio apurado) por unas licencias sobre suelo rústico para siete chalets durante su etapa de concejal en Santa Brígida. Le deseamos, al igual que todos los mandamases y políticos en general, muy buena entrada de año y algún que otro propósito de la enmienda. Mientras tanto, les comentamos que por la villa de Santa Brígida circulan de modo cuasi frenético fotocopias de mano en mano de las informaciones publicadas por este diario del caso de los siete chalets ilegales construídos en La Atalaya. Una pena porque con las fotocopias se fomentan efectos perversos, a saber: 1º) se consume papel, lo cual es malo para los bosques y el desarrollo sostenible y tal; 2º) no se promueve la lectura de otras secciones chachonas que tiene este diario, y 3º) se aplaza el necesario desarrollo de las nuevas tecnologías en Santa Brígida, al contrario de lo que han hecho otros alcaldes, como el de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, que ha implantado una interesante iniciativa de fomento de la Red que ya podrían imitar los demás.