Resulta realmente llamativo comprobar cómo ya desde 2009 nuestra colega Teresa Cárdenes reclamaba una intervención de oficio del Ministerio Fiscal para analizar los editoriales y artículos de los columnistas de cabecera del periódico El Día y comprobar su ajuste a la legalidad vigente. Siempre nos hemos mostrado partidarios de esa acción pública porque consideramos que constantemente se subvierte el orden constitucional y se rebasan con creces los amplios límites de la libertad de expresión. Campañas de desprestigio contra jueces y contra políticos de la Comunidad Autónomas a los que se insulta y se calumnia, y contra los que se llega incluso a incitar acciones violentas, apedreamiento, guillotina, amén de levantamientos populares contra “el sometimiento” a España; constante reclamación de la deportación del presidente del Gobierno y su esposa, con atribución de delitos inventados y equiparándolos al matrimonio Ceaucescu... son delirios cotidianos en ese periódico, que ya tiene enfrentados a su línea editorial a todos los demás diarios del archipiélago. Contra ellos y sus directivos dirige don Pepito su artillería cada vez que alguno lo critica, con delicadeza o entrando en plancha. Esta semana tocó al turno a Canarias7, contra cuyo director y contra cuyo propietario, arremetió insultantemente por haberle dicho que su actitud le convierte en estos momentos en “más don Pepito que nunca”.