La Consejería de Industria del Gobierno de Canarias va a tomarse tres meses más para terminar reconociendo que en el caso del concurso eólico ha vuelto a cometer graves errores. Lo ha hecho, que se sepa de modo oficial, con la empresa pública Inalsa, participada por el Cabildo y todos los ayuntamientos de Lanzarote. Y lo que te rondaré, morena, que en esto de los grandes negocios se puede acertar siempre que se piense mal de este Gobierno. Y muy mal, lo que se dice muy mal, están pensando algunos alcaldes de Gran Canaria, que se temen lo peor cuando el concurso toque resolverse en esa isla. Saben por dónde va a meter la pata la consejería y la acechan con toda la artillería en perfecto estado de revista. Pobre consejería y pobre Canarias, que no atina a desarrollar de modo limpio sus energías limpias.