La verdad es que resulta muy llamativo ver a José Miguel Pérez, presidente del Cabildo de Gran Canaria, salir solo, sin séquito y sin escoltas, del edificio de Presidencia del Cabildo habilitado provisionalmente en la calle de Triana, esquina con Domingo J. Navarro. Atraviesa el trecho que le separa del parque de San Telmo con la naturalidad que siempre le ha caracterizado, parándose a hablar con quien le reclama, y sin temer percances. Su antecesor, José Manuel Soria, según las cuentas oficiales dadas a conocer este pasado viernes, empleó sólo en pagar los escoltas que le asignó mediante convenio el Ayuntamiento, la módica cantidad de 461.151,26 euros. Según datos oficiales, el mes que más gastó en su protección personal fue diciembre de 2006, cuando el Cabildo pagó por ese concepto 60.078,60 euros. Diez kilillos de nada.