Las crónicas periodísticas, particularmente la publicada por este periódico el pasado día 28 de febrero, dejaban constancia del resultado de esas oposiciones, de cómo habían logrado quedarse en el Ayuntamiento la ex esposa del alcalde, la hija de un ex alcalde y la nuera de otro más. De estas dos últimas personas nada sabemos, pero de la primera de ellas, de María del Carmen Juez Jiménez, sí, porque nos ha escrito para contarnos su versión de los hechos. Es cierto que es la ex esposa de Lucas Bravo de Laguna, y madre de su hijo. Es cierto que entró en el Ayuntamiento en 2001 “por decisión de un político, como todos los que estando trabajando allí nos hemos tenido que presentar a estas oposiciones, cosa que me parece lo más justo”. Pero ese político que permitió la entrada de Mari Carmen Juez no fue Bravo de Laguna, que aún no era concejal de esa Corporación. Juez se presentó a las oposiciones y obtuvo la mejor puntuación sumando las notas de las pruebas (donde quedó cuarta) y los méritos valorables, básicamente el tiempo de servicios prestados a la Administración. Tras las pruebas venció incluso la tentación de aparecer en una posición menos llamativa que la primera, pero consideró que no debía pasar a ser demérito lo que tanto esfuerzo le había costado.