Empezó con la expectación acostrumbrada y con mucha ilusión por parte del respetable, la 24ª edición del Festival de Música de Canarias. Lo hizo con un concierto de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, con su titular, Pedro Halffter, al frente, y con un programa que fue criticado por su excesiva duración. El público, que casi llenó el Alfredo Kraus, apenas esperó a que terminara de sonar la última nota del Daphnis y Chloé, de Maurice Ravel, y ya estaba en la puerta del auditorio Alfredo Kraus corriendo hacia los taxis. Buena impresión la causada por el pianista finlandés Olli Mustonen en la primera parte, durante el Concierto nº 3 para piano y orquesta de Beethoven, con propina y todo.