Fue muy astuto Larry Álvarez poniendo en conocimiento de José Miguel Pérez, en julio pasado, que se habían detectado cosas raras en el departamento de Cooperación Institucional con los pagos a la empresa Mazotti, endosados a entidades bancarias de manera anómala y duplicada. Pérez acababa de llegar y no quería saber nada de irregularidades cometidas bajo el mandato de José Manuel Soria, así que dio instrucciones a los suyos de presentar la correspondiente denuncia ante la Policía. Y para allá se fue el diligente consejero de Hacienda, Luis Ibarra, experimentado auditor que durante muchos años ha ejercido como tal en la Audiencia de Cuentas de Canarias. Pero casi a la vez que Ibarra denunciaba los hechos ante la autoridad policial, el departamento de Vivienda (alguna fuente asegura que es el de Recursos Humanos) abrió el correspondiente expediente interno de investigación y levantó la liebre.