Todo lo que ocurra en el edificio de La Favorita, comprado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en los tiempos de Soria, va a ser noticia hasta el final de los tiempos. Y esperamos que algún día sea por algo bueno. De momento nos quedamos con un nuevo episodio que vuelve a dar la medida del tranque (no es sablazo, no qué va) que se llevó la ciudad con tan interesante adquisición. Desde el viernes, día en que empezaron estos simpáticos calores, no hay agua en esas dependencias municipales porque, en versión de nuestras fuentes, “un gracioso quitó unos 150 metros de tubería para unos baños de una obra”. O sea, que sin agua y con estos calores, los baños sin limpiarse y el edificio que ya de por sí tiraba para atrás, se podrán imaginar el agradable ambiente que se respira en el segundo palacete de la era soriana.