Los cuatro tertulianos se adentraron muy atolondradamente en los terrenos de la información judicial atribuyendo a la juez Victoria Rosell un abierto enfrentamiento con el fiscal jefe de Las Palmas, Guillermo García-Panasco porque “pertenecen a dos asociaciones judiciales opuestas”, la primera a Jueces para la Democracia, y el segundo ¡a la Asociación Profesional de la Magistratura!, la APM, a la que sólo pueden pertenecer jueces, como todos (menos estos) saben. No contentos con la cacharrera metedura de pata, van y sostienen a lo largo de toda la tertulia que la investigación sobre el ataque que sufrió el ordenador de la magistrada en su juzgado “lo investiga García-Panasco”, ignorando dos cosas básicas: primera, que lo investiga el juez de Instrucción 7, Javier García Sotoca, y que la denunciante es la propia magistrada, que no puso su denuncia en la Fiscalía, sino en el juzgado de guardia. La fiscalía interviene en el sumario a través del fiscal de delitos tecnológico, José Antonio Díaz, como corresponde a todas las investigaciones de este tipo.