Si Domingo Calzadilla, alcalde de Arafo, montara un circo, le crecerían los enanos. O mejor, que monte un cine, que tampoco tendría problemas de actores. Al follón político que tiene montado se le ha añadido desde este sábado lo ocurrido en el interior del auditorio Juan Carlos I, inaugurado en 1994 por los Reyes, en persona. En ese inmueble, uno de los que más orgullo despierta entre la población, apareció este sábado un concejal del grupo de gobierno en paños menores (la nota de prensa de Coalición Canaria habla de “ligero de ropa”), lo que llamó poderosamente la atención de las señoras de la limpieza que hacían su entrada en el recinto para dejarlo a tono. Arafo celebra sus fiestas y el último sábado de agosto es la romería de San Agustín, y como es normal, el auditorio se está utilizando mucho para exposiciones, actuaciones y otros acontecimientos a los que acuden hombres, mujeres, niños y niñas a algunos de los cuales no haría demasiada gracia descubrir a todo un concejal, elegido por el pueblo, deambulando en pelota picada, o casi. La oposición ya ha pedido que comparezca el alcalde y dé una explicación, a ser posible, vestido.