Como eran pocas las necesidades, el Gobierno se ha cargado sobre sus espaldas una nueva, la de actualizar su propio Manual de Identidad Corporativa, publicado en el BOC del pasado día 23. Se trata, como saben los iniciados, de las instrucciones concretas por las que han de guiarse todos los que tengan que ver con el escudo, la bandera, la señalética, las rotulaciones y las impresiones de la Comunidad Autónoma. A diferencia de la última ocasión en que se actualizó esta identidad corporativa, exactamente en la anterior legislatura, el encargo no ha recaído en la agencia Valladares, sino en la de Waldemar Lemanczyk, especialista en la cosa, por lo que hemos podido leer. El nuevo manual, que es igual que el anterior con algunos leves cambios, ocupa 393 páginas del Boletín Oficial, lo que da una idea de la importancia que debe tener un documento así en época de crisis económica. Porque debe ser importante, por ejemplo, que desaparezca la obligación de serigrafiar los vehículos oficiales, seguramente también por motivos de seguridad, sobre todo al mandar al conductor a hacer la compra al súper. O a llevar a los niños al cole.