Las aguas bajan turbias en Emmasa. La empresa que gestiona el agua en Santa Cruz de Tenerife sigue esperando a que el director regional de Valoriza, filial de Sacyr, Jesús Blanco, se incorpore a su puesto de trabajo tras una lesión sufrida en Cabo Verde que le obliga a caminar con muletas. En Emmasa comienza a molestar tanto reposo y creen que Blanco no se quiere mojar hasta que termine la batalla por el control de Sacyr, por el se enfrentan empresas canarias (Satocan y Disa) con murcianos, El Pozo (Grupo Fuertes) y Luis del Rivero. A Blanco lo colocó Pablo Abril Martorell, del clan murciano, y desde que llegó, no se ha granjeado precisamente entusiastas amistades. El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ya ha advertido a Madrid del rescate del servicio por incumplimiento de las obligaciones recogidas en el contrato de privatización. Entre otros sofocones, el consistorio tuvo que hacer frente en solitario a las inundaciones de San Andrés en septiembre y, ahora en octubre, Emmasa no habría aportado todos los estudios económicos y financieros ni la auditoría interna para analizar y justificar tarifas o nuevas inversiones en 2012, lo que limita los compromisos políticos del grupo municipal de gobierno. Quien preside Emmasa es Julio Pérez como concejal de Urbanismo, pero el directivo nombrado por Sacyr se niega a vivir en Santa Cruz de Tenerife empleando, de momento, el argumento de estar recuperándose en Gran Canaria, lo que bloquea la cadena mando. Si la batalla interna por el control de Sacyr origina que Demetrio Carceller se haga con la compañía, Disa terminará gestionando el agua en Santa Cruz de Tenerife. Cosa, esta última, que desean en la ciudad como agua de mayo. O del barril de Martorell.