La declaración “voluntaria” a la par que informal del consejero Sánchez, no debe ser de bajo calado, porque de otro modo no podría entenderse el enorme despliegue de efectivos del benemérito cuerpo de la Guardia Civil que pudo verse este viernes en La Atalaya. Un viernes, por otra parte, que parecía un día tonto y que no es común sirva para hacer diligencias de este tipo. Salvo, claro está, que el fiscal para delitos ambientales no esté de vacaciones y despliegue todos sus efectivos a sus órdenes para que se restablezca la legalidad. Mientras estas cosas ocurren a la intemperie, seguimos sin confirmación oficial por parte del interesado y sus filtros, lo que nos obliga, mientras nos llegan más datos sólidos, líquidos o gaseosos, a irles dando la historia por entregas.