Los efectos del informe de Calzada, 51 páginas cargadas de exabruptos contra su propio país, han sido demoledores en Estados Unidos gracias a los altavoces mediáticos de los halcones republicanos y de los lobbys petroleros que lo han divulgado convenientemente. Pese a que otros expertos han tratado de contrarestar sus afirmaciones, la Secretaría de Estado sobre el Cambio Climático se ha visto obligada a redactar un contrainforme y remitirlo al Congreso estadounidense. Pero, según Público, no ha sido suficiente, porque la administración Obama ya ha dejado de citar a España como modelo a seguir en las energías renovables. Porque además de la FAES, la fundación que preside Aznar, el estudio de marras dirigido por este grancanario lleva el membrete de la Universidad Juan Carlos I, a pesar de que fue acogido por un profesor asociado, no por un titular o un catedrático. Y el nombre del Rey aún pesa mucho en Estados Unidos.