El que fue candidato a la presidencia de la CCE, Sebastián Grisaleña, no quiere ni oír hablar de otras elecciones. Asegura a todo el que quiera escucharle que él ya hizo su trabajo y obtuvo un resultado más que ilusionante por más que no se siente en el sillón presidencial. Si, como por otra parte ocurre siempre, tras conocerse los resultados los dos candidatos hablaron de cerrar filas y resaltaron que el verdadero ganador había sido el movimiento empresarial, Grisaleña no lo ha olvidado y se niega a hacer de una grieta un boquete. Y más en los tiempos actuales en que la palabra crisis tiene sentido puramente práctico. Y si la postura de este ex candidato está clara y tiene su importancia, no tenemos tan claro que todo el mundo se dedique a opinar aunque sea en el mismo sentido. Por más que le damos vueltas, no conseguimos ver el brillo a las palabras de Francisco Palero o el peso, que no sabemos qué es peor.