Las declaraciones de este monseñor han indignado a media Canarias (vamos a dejarlo ahí de momento), y no vienen más que a sumarse a esa ola de conservadurismo extremo que viene patrocinando la Santa Madre Iglesia aprovechando que en España manda un Gobierno socialista y al PP y a sus asociaciones afines les viene bien fomentar un ambiente de corrupción moral que ni existe ni se corresponde con la nueva sociedad española. Sus consideraciones sobre los profesores de religión (nos imaginamos lo que opina de educación para la ciudadanía), la homosexualidad y lo provocones que dice que se pueden llegar a poner los menores casi diríamos que están en el ideario de la cadena de la Conferencia Episcopal, la COPE, de la que sin embargo parece querer renegar el obispo. Aunque más adelante se le escapa que, de no existir esa emisora, habría que inventarla. Qué cosas.