No hay que olvidar que estos jugadores y este técnico tan pendenciero defienden los colores de un equipo de fútbol que se llama Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, es decir, un centro del saber, de la concordia, de la cultura, el conocimiento y la tolerancia. Mejor no seguimos porque es para sonrojarse pensar que un equipo canario, desde donde en otros tiempos partían ganadores de los trofeos de la deportividad, se haya convertido en noticia nacional por las piñas que reparte cuando no sabe encajar una derrota. Nos preguntamos muy sinceramente qué estarán pensando a estas alturas el rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y candidato de Coalición Canaria a la presidencia del Gobierno, Manuel Lobo, y el presidente de la entidad deportiva, el magistrado Francisco José Gómez Cáceres, ante esta nueva actuación de sus muchachos.