Juan Pedro Sánchez, el viceconsejero que Jorge Rodríguez ha colocado al frente del concurso eólico, es un viejo conocido en la Intervención General de la Comunidad Autónoma. En tiempos del presidente Manuel Hermoso fue (hasta que lo destituyeron) secretario de ese invento tan pesebrista llamado Entidades Canarias en el Exterior, y en calidad de tal era el encargado de gestionar las subvenciones públicas con destino a la emigración. El hombre creyó que lo mejor era poner aquella pasta tan gansa en el Banco Consolidado de Venezuela, olvidando que los intereses devengados eran de todos los canarios, que fue lo que le vino a recordar en su momento la Intervención General con los modos expeditivos que la caracterizan. Sánchez es un hombre de la cuota herreña, y por lo tanto de la confianza de Tomás Padrón, otro experto acreditado en la gestión del voto exterior (y dos piedras). Pero de energía eólica ni puñetera idea. Ni el uno ni el otro. Para lo demás, Máster Card, ya se sabe.