Es el viceconsejero Moya un hombre de trato afable y educado, muy respetado en los ambientes judiciales. Quienes le conocen dicen de él que si hubiera que encuadrarlo en una definición ideológica, ésta sería la del centro progresista. Esto es, más hacia el centro izquierda que hacia el centro derecha. Lo que contrasta un poco, sin embargo, con su pertenencia a la conservadora asociación de jueces Francisco de Vitoria, de la que han dado sobrada muestras de derechosos algunos de sus más insignes asociados. La providencia, por esto y muchas cosas más, ha llamado la atención en los ambientes judiciales, donde no comprenden que se haya llegado tan lejos con el único afán de permitir que un penado como es Dimas Martín se pudiera presentar a las elecciones. Es muy probable que nadie le prometiera nada al ahora viceconsejero Moya, pero la verdad es que la cosa no tiene buen color.