Sigue Coalición Canaria en Gran Canaria moviéndose de manera errática, cuando no grotesca, como hacen los boxeadores noqueados, que ni ven los dedos del árbitro ni saben cómo se llaman. Los desmarques, las marchas, las marchas con marha atrás y los enroques cortos que al final en realidad siempre fueron largos, continúan desgastando a un partido al que las encuestas dan unos dramáticos resultados. La crisis generalizada de esa formación en la isla tiene una sola excepción, el municipio de Santa María de Guía, donde gobierna con una cómoda mayoría absoluta el doctor Fernando Bañolas. Esa preponderancia norteña le ha convertido en un valor dentro de CC, que empezó por prometerle un alto cargo en el Gobierno a mitad de la legislatura, el puesto de Manolo Lobo en el Cabildo, y ahora no se sabe muy bien qué. El alto cargo (consejero o viceconsejero) no fue posible por esas cosas que tiene el reparto de cuotas en este Gobierno, y lo de Manolo Lobo sigue frustrado de momento por ese enroque largo que al principio parecía corto. Lobo no se mueve del único sillón que CC tiene en el Cabildo, y se retrasa la operación catapulta del doctor Bañolas. Pero, ¿qué pasará en Guía cuando él se marche?