“Su trayectoria final era estable y lineal. Pudo ser cualquier cosa”, dice uno de los guardianes avistadores, mientras que otro confirmaba la noticia: “Era imposible que fuera un objeto de pequeñas dimensiones, como una gaviota o similar”.? El espontáneo fotógrafo de Canarias7, también muy profesional, hizo la instantánea “con un teléfono móvil” y, en efecto, se perciben dos motas de polvo entre una panza de burro de considerables dimensiones. Pero el periódico insiste, inasequible al desaliento, al descubrir “en el portal YouTube dos vídeos de un objeto idéntico, con las mismas características y movimientos, ambos captados en Puebla (México)”. Y los lectores demuestran más sentido del humor que los periodistas de este diario que elaboraron la noticia, los jefes de redacción que la supervisaron, el director que la aprobó y el editor que la bendijo (García se jacta de que le consultan todo antes de publicarlo, como declaró en su última entrevista concedida a Radio Canarias). El caso, como decimos, posiblemente pase a formar parte de los próximos manuales de Periodismo porque nunca antes, al menos que sepamos, un diario se había hecho el harakiri de manera tan descarnada y mostrando además la sangría a sus sufridos lectores, que reaccionaron a carcajadas.