Se agudiza por momentos el malestar del Partido Socialista con la dirección de la Televisión Canaria, a la que acusan de mofarse de las reglas democráticas y del reglamento del Parlamento con sus contestaciones y sus desplantes hacia los diputados de la Comisión de Control. Es cierto que es el presidente del consejo de administración del ente quien debe firmar las comunicaciones a la Cámara, pero es al director general al que se le exige diligencia y corrección en el trato, así como cumplimiento de lo que se pide. Lo que más les ha cabreado es que se diga que el pliego del concurso, solicitado por la diputada Gloria Gutiérrez, no era secreto, que estaba colgado en la web de la tele hasta el día 26. Desmienten este último extremo y, a mayor abundamiento contestan a la tele que lo que tenían que haber hecho es imprimir sus quinientas páginas y mandarlas a la Cámara, que para eso se les paga. Toma ya.