Nada, que por más que miramos y remiramos, no encontramos un motivo para piropear al tripartito partido por dos que gobierna en Ingenio, sureste de Gran Canaria. La última es el abandono y cierre del tren de lavado de coches del proyecto Briesma, una iniciativa que permitía dar trabajo a cuatro discapacitados psíquicos de la zona desde hace varios años. El motivo parece ser que el negocio no era rentable para el Ayuntamiento, pues claro, y rianga, cierre que te crió. Sumemos a ello el cerrojazo al matadero, la condena de muerte para el taller de artes gráficas, que ha sumido en el abandono la imprenta, con las consecuencias técnicas que ello acarrea, y la tardanza en abrir la residencia de ancianos (calificada de “hotelito” por la concejal del ramo), y nos encontraremos con un equipo de gobierno que ahorrar, ahorra, desde luego.