En este contexto tan sugerente, la candidata del PP insistió este viernes en la corrupción socialista, en lo mal que nos iría a los españoles con un Gobierno de ZP, que empezaría por quitarle las cabras a la gente de Fuerteventura y las pensiones a los pobres viejecitos. Hizo caso Roldós al manual de campaña porque antes del atentado el PP tenía un problema de histeria: las encuestas le daban un empate técnico con el PSOE y había que marcar la diferencia. Se lanzó la candidata pensando que todo lo que podía haber por ahí de sus andanzas en las terrazas de copas era que le permitieron traspasarla de modo anómalo.