Dicen que de héroes están las tumbas llenas. Es una forma de inicidir en lo irreflexivo de algunos comportamientos de personas que deciden jugársela cuando lo que está en disputa no merece la pena. Pero cuando de lo que se trata es de poner por delante la verdad, sin reparar en las consecuencias que ese compromiso pueden tener para uno mismo, la cuestión se vuelve un tanto mesiánica. Santiago Hernández, interventor del Ayuntamiento de Santa Brígida, se encuentra en situación de interinidad. Para entendernos, no tiene plaza en propiedad y su empleo depende de que los mandos políticos no se traben con él; no así de fácil, pero si se ponen manos a la obra, no los para nadie. Esos políticos -parte de ellos- son los que están imputados por no cobrar unos tributos obligatorios a la UTE que construía el centro comercial de la villa. Y en medio de la historia hay un secretario y un intervendor, López Peraza y nuestro héroe de hoy.