Hay una frase en la declaración de Pepa Luzardo ante el juez Passaro que merece una reflexión serena. Es el pasaje que hace referencia a los intentos de la ex alcaldesa de que su amiga Carmen Nieves Hernández lograra colar en algún medio de comunicación la famosa grabación clandestina en el restaurante La Casita. Como quiera que la camarógrafa, siempre en versión luzardiana, no lograra tal propósito, “me vi en la obligación de hacerlo personalmente antes de irme de vacaciones”. Agosto, vacaciones, Pepa Luzardo, decisiones alocadas. ¿Recuerdan cuando, en 2007, siendo ya alcaldesa de la ciudad, tomó la decisión de encargar un segundo informe sobre la adjudicación de Isolux? Fue aquel famoso informe que le sirvió para adjudicar aquellas fallidos módulos de potabilización a una de las empresas peor puntuadas en el concurso. Cuando en un juicio una juez preguntó a la ex alcaldesa los motivos de ese segundo informe, contestó que no le había gustado el primero. Y cuando se le cuestionó si se había leído el segundo contestó que no pudo porque se marchó de vacaciones al sur. Mal mes el de agosto para hacer boberías, sí señor.