El destino es muy puñetero y quiso que este fin de semana se mezclaran en España dos noticias que tienen que ver con el mundo de la comunicación. De un lado, la muerte de Jesús de Polanco, presidente del Grupo Prisa y uno de los más auténticos impulsores de la libertad de expresión en España (por más que pese al PP de los señores Aznar y Rajoy), y del otro, el secuestro del último número de la revista satírica El Jueves por publicar en su portada una caricatura de los Príncipes de Asturias en una posición que el fiscal considera “irreverente”. De Polanco se pueden decir muchas cosas, incluso contar cómo lo persiguió la derecha política y judicial para taparle la boca en los tiempos en que el PP se creyó que podía controlarlo absolutamente todo. Y de posturas irreverentes le podemos contar un par de cosas a la Fiscalía General del Estado de nada que quiera.