Planteaba alguien en la redacción este jueves que lo de Tebeto es para montar una manifestación y llenar la calle. Es para pensárselo, vamos. Pero en el caso de Lanzarote, no habría vuelta de hoja. Se trata de una isla que vive al borde del paro cardiaco, entre pactos ligados a corruptelas para desbancar a los denunciantes y movimientos que dejan cojo el todos a una contra el PSOE. Ha empezado la cosa por el municipio de San Bartolomé, donde el alcalde socialista se ha apuntalado con dos concejales (CCN y PVP) para evitar el conchabo de nacionalistas reunidos y populares. Pero es que además las pistas apuntan a que en Tías les pasará a los conspiradores que descubrimos hace ahora una semana otro tanto de lo mismo. ¿Qué le quedaría al pacto que algunos llaman de corruptos? Prácticamente Arrecife y el Cabildo. ¿El Cabildo dijimos? Pues va a ser que no, oiga...