La incontinencia verbal propia de los pardillos -también extrapolable a los prepotentes- en campaña electoral sirve para testar el verdadero valor de cada quien. Parece ser que Juan Fernando López Aguilar sintió estos días la necesidad de lanzar el mensaje de que su partido, el PSC-PSOE, puede y debe abandonar el desgastado papel de fumar que utiliza para estos menesteres pactando solamente con las fuerzas situadas en el ámbito del centro izquierda, lo cual -es cierto- viene cerrándole la puerta a alternativas. Cosa que aprovecha CC, con más pragmatismo y menos escrúpulos, para constituirse en oportunista bisagra ideológica y aliarse con quien quiera y más poder le otorgue. Y, para ello, al sabio catedrático no se le ocurre otra cosa que declarar a los cuatro vientos que el PSC-PSOE debe comenzar contactos con el PP encaminados a compartir gobierno en algunas instituciones, porque “el objetivo es apartar a CC del poder en Canarias”. Y, claro, una cosa es una cosa y otra cosa son dos cosas, como sostiene Pepe Alemán. Porque decir que CC es el diablo, único y prioritario enemigo, es lo mismo que cerrarse esa banda para el pacto y, por tanto, cambiar de papel de fumar. Si el PSC-PSOE antes no quería o decía que no quería (con lo cual, no podía) pactar por un lado, ahora hace peligrar la vía para hacerlo por el otro lado, con lo cual permanecen terceros en ventaja. ¿O por ventura pretendía el diputado lanzar envenenado aviso a navegantes para que dejen de dar tantas cosas por sabidas?