Entre los diplomáticos que acudieron al recital de Enrique Morente, al que siguió una cena con discursos y el correspondiente ceremonial, se encontraba el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, que ocupó lugar privilegiado en la primera fila flanqueado por el ministro Moratinos y la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez. El máximo responsable de la ONU aplaudió cada canción con fervor, y al terminar la actuación se acercó hasta el escenario y saludó a Morente y a sus cinco músicos, entre los cuales se encontraba su hijo menor, Enrique, de dieciséis años. Y que promete. Tampoco se libró de las felicitaciones la canaria Dania Dévora, que las recibió del ministro español como también le pasó a la directora de proyectos de la Sociedad Estatal de Acción Cultural en el Exterior, Pilar Gómez, alma, corazón y vida de este tipo de iniciativas que en tan buen lugar dejan a nuestro país.