Muchas cosas empezarán a escenificarse a partir de este lunes en el Cabildo de Gran Canaria, además de la participación de los ciudadanos y la democratización en el funcionamiento de la institución, hasta ahora secuestrada por Soria y los suyos. De entrada, y por efecto del pacto de ATI con el PP, veremos este lunes la despedida de Soria de la Corporación a la que accedió por mayoría absoluta y en la que, como era de prever, no ejercerá como opositor. Dejará al frente de esa tarea, de momento, a Larry Álvarez, de cuya situación se trata de insinuar en el PP que no es la más solvente de cuantas ha tenido en su trayectoria dentro del partido. Dicen esos oráculos, que Soria trata de que lo señalen a él como artífice de la derrota del PP (porque el PP ha perdido las elecciones, aunque pueda aparentar lo contrario). Nosotros sostenemos, sin embargo, que Soria no puede vivir sin tener a Larry cerca y pronto se inventarán alguna excusa para sacarlo del Cabildo, donde “se pasa mucho frío en la oposición”, según las tesis ampliamente defendidas por el presidente saliente.