No había en la sala ni un mísero socialista que echarse a la cara, si exceptuamos al militante de base Salvador García Carrillo, que no se pierda un bolo de éstos así lo amarren. Por lo tanto, el blanco más socorrido de Mauricio en su conferencia de este lunes fue el PSOE, al que dio leña sin tino. Muy ocurrente el símil del hundimiento del Titanic que el ex líder de Ican empleó para definir la postura de Zapatero y Fernández de la Vega en la gestión de la actual crisis económica: “Zapatero, como el capitán del Titanic, decía que nuestra economía era la que más crecía en Europa, insumergible; pero vino un iceberg y le abrió una brecha (...) La primera clase se salvó ocupando en un 30% los botes salvavidas, y el resto de la gente se murió en las bodegas. Lo más patético fue ver a la orquesta tocando como si nada pasara, y esa orquesta la forman en esta crisis Zapatero y Fernández de la Vega”. Pero recibió también el PSC por supeditar la reforma del Estatuto de Autonomía a la reforma de la Ley Electoral, y trató de manipular esa reclamación con la oposición socialista al legítimo pacto entre CC y el PP. No coló porque el auditorio se lo estaba pasando bien, pero tampoco estaba entregado con pasión a lo que decía Mauricio.