Lo que parece descartarse en el marasmo del debate interno que atraviesa estos días el PSC es la existencia de gallos tapados que puedan aparecer tras el congreso como candidatos o candidatas a la presidencia del Gobierno regional en 2011. Las cábalas hechas por los que apostaban por una bicefalia han quedado de momento desautorizadas ante la tradición socialista según la cual es el secretario general el que tiene que medirse con los demás partidos en una contienda electoral. Pero, aún así, no parece que ese sea en estos momentos cuestión principal en el debate, aún dando por buena la impresión de que ninguno de los tres aspirantes al cetro “levanta pasiones”, en palabras de un secretario insular. Saben que, sea cual sea el elegido, el PSC habrá de enfrentarse a partir del 21 de marzo a la ardua tarea de promocionar a un candidato que partirá con clara desventaja, no sólo por el lastre que pudiera acarrear el factor Zapatero en estos momentos, sino porque ninguno de los tres supera en las encuestas un grado de conocimiento superior al 40% regional.