La sentencia de Francisco Cabrera y José Manuel Soria nos ha hecho recordar aquellos penosos episodios de la comisión parlamentaria de investigación de la trama eólica, con el PP y CC haciendo el canelo en su intento de responsabilizar ¡al PSOE! de las barrabasadas de los hermanos Soria. El mismísimo presidente del PP, entonces también del Cabildo y parlamentario regional, llegó a mentir con descaro a la comisión cuando se le preguntó por su participación en un consejo de administración del Puerto en el que se tomaron acuerdos que favorecían a sus amigos los Esquivel. Aquellas mentiras motivaron una denuncia de Francisco Cabrera ante el TSJC, que tardó casi un mes en comprobar que Soria era aforado (lo sigue siendo aún para su fortuna) y tan sólo 48 horas en archivar la causa. La participación de la Fiscalía fue decisiva.