Malos tiempos para pertenecer a una familia dentro del socialismo canario. Llegaron los independientes José Miguel Pérez y Arcadio Díaz Tejera encarnando otra manera de ver las cosas, y rápidamente pasaron a la clandestinidad las tradicionales familias y baronías socialistas, a cuya nómina se acababan de sumar los ya muy mentados teresitos. En esas familias están los franquistas, o chanistas, los guerristas de toda la vida, los viejos rockeros (cada vez más viejos y menos rockeros), los eduardistas... José Miguel Pérez se empeñó en ningunearlos para hacerse secretario general y el partido (las bases) le siguió de manera mayoritaria. A José Miguel Pérez lo trajeron de la mano varias personas, pero ante los ojos de Tere Morales tiene un problema de pedigrí: lo avaló Pepe Alcaraz, con el que la ahora dimitida secretaria de Comunicación siempre ha tenido serias divergencias. Por no decir que no se pueden ver ni en pintura. A esa condición maldita se sumó pronto también Arcadio Díaz Tejera.