Estamos, como decíamos, ante un proceso de investigación que afecta de lleno a la gestión del Partido Popular, que lleva ya cuatro años sacudiéndose responsabilidades de todo tipo y culpando a López Aguilar, a los jueces, a los fiscales y a la Policía de perseguirle. Porque el tercero de los detenidos en orden jerárquico, el ex concejal de Urbanismo Luis Troya, sigue siendo militante del PP, como quedó acreditado en mayo pasado cuado acudió en calidad de tal al acto de presentación de la candidatura que encabeza el Niño Lucas. Pero no sólo estaba allí, sino que además fue mencionado y aplaudido por los presentes. Troya, que entró en el Ayuntamiento de la mano de CC en 2003, se hizo del PP al año siguiente, pero abandonó el puesto y la política cuando fue condenado a nueve años de inhabilitación para cargo público por un delito de prevaricación. Es, por si no lo recuerdan, el dueño de la ferretería que aparece en una rama de la investigación satauteña.