El pleito insular, efectivamente, vuelve a manifestarse con demasiada frecuencia en los últimos tiempos. Asistimos a escaramuzas del propio Gobierno de Canarias que trata de aplicar algunas extrañas teorías sobre el equilibrio interprovincial que terminan beneficiando, miren ustedes por dónde, a la isla de siempre. Es decir, a la otra. Lo están haciendo con el ITC y otras empresas públicas y organismos, además de con los centros de decisión autonómica. Por otros motivos que menos tienen que ver con el pleito lo hacen con la Audiencia de Cuentas, que ATI trata de controlar como puede desde que nació la institución. La pena de la historia es que estén utilizando a un funcionario con buena reputación, Marcelino Rodríguez, al que han puesto a impedir a compañeros de profesión que accedan a una plaza a la que él accedió por la misma vía que niega a los demás. Nos explicamos.