Ya hemos dicho aquí muchas veces que el municipio de San Bartolomé de Tirajana era de por sí un atractivo turístico, pero nunca que, en su conjunto, constituyera parque temático. Pero, vean unas perlas de lo que por allí se cuece: en plena tensión de las fuerzas del pacto que gobierna allí (Nueva Canarias-PSOE), se monta una pelea de funcionarios. Uno de ellos muerde al otro a lo Myke Tysson y se lleva un trozo de cara que fue hábilmente suplantado con éxito con material procedente del trasero del agredido. La mala uva popular no tardó en llegar a sus propias conclusiones, y al mordido ya le llaman, no sin razón, caraculo. Segunda perla: un abogado va al juzgado a representar al Ayuntamiento y, ante la pregunta de por qué existe o no un expediente, contesta que se quemó en el incendio, en el incendio forestal, aclaremos, lo que situaría al expediente donde no debió estar nunca. La tercera es menos graciosa y da cuenta de pintadas que denuncian amoríos de miembros importantes del Ayuntamiento. Pero ese es otro cantar.