Empiezan a llegar a este periódico -particularmente a nuestros accionistas- señales de apoyo del Partido Socialista Canario tras el berrinche de injurias y calumnias lanzado por José Carlos Mauricio. Esperábamos esas señales, pero no contábamos con ellas. Este periódico no es del Partido Socialista, pero les estamos muy agradecidos por sus testimonios de apoyo. Pero a todos los socialistas que dudan del quién es quién permítannos escenificar un hecho histórico. Corría el año de 1983 y don Juan era elegido alcalde de Las Palmas de Gran Canaria por mayoría absoluta. Su primer gran problema fue el suministro de agua potable en la ciudad. Había barrios enteros que se negaban a pagar el recibo, lo que provocó cortes y arreglos del suministro. En la calle Córdoba, de la Vega de San José (entonces llamada polígono de San Cristóbal) un líder vecinal, megáfono en mano, berreaba: “¡Doreste, Pinochet, Doreste, Pinochet!”. Ese personaje era José Carlos Mauricio. El alcalde, el recordado Juan Rodríguez Doreste. Para que vean desde cuándo berrea e insulta el caballero.