Cómo es de ruín y traicionera la estadística parlamentaria, esa que te ofrecen de vez en cuando las agencias de noticias para darte un regocijo o la manera de llenar una sección que tenías a la mitad. Este miércoles hemos conocido los datos de absentismo de los diputados canarios en el Congreso de los Diputados, y como era de prever, el que se lleva la palma es José Carlos Mauricio, seguido muy de cerca de Paulino Rivero y, algo más alejado, del socialista palmero Felipe Hernández. Mauricio, que todo lo hace a lo grande como se sabe, ha faltado 32 veces a sus obligaciones como representante de los ciudadanos. Es decir, 32 días que ha estado en Madrid ocupado en otros menesteres distintos a los normales, si bien es posible que haya tenido que optar entre ir al Congreso o asistir a alguna reunión importante que también pueda tener que ver con su rango y condición. Pero los números son los números, y a ellos nos remitimos. Paulino Rivero, por su parte, faltó en 22 ocasiones, mientras que Gabriel Mato, del PP, no ha faltado ni una sola vez. Un fiera este hombre, que conserva la disciplina británica de sus tiempos de árbitro de tenis, donde ocupaba esa silla tan empenicada, casi a la misma altura del escaño que le otorgaron en el Congreso de los Diputados.