El segundo cargo público en presencia en el caso Grupo Europa es un íntimo de esta casa, José Luis Mena, jefe de la Oficina de Urbanismo de Telde, un asiduo de los grilletes y de las imputaciones por presuntos delitos relacionados con la corrupción y el atajo para la mamandurria. Les recomendamos que se lean la pieza de nuestro compañero Alexis González, que basada en la investigación realizada a esta joya, lo retrata a la perfección: maquinar para mamar y que pague el pobre contribuyente, el adjudicatario de la vivienda social que se le adjudica tras muchas vicisitudes y sacrificios. Un escándalo que ningún código penal podrá evaluar jamás de lo infame que es. Mena es el prototipo de funcionario imprescindible para que algunas cosas se hayan podrido de modo irremediable en Telde. Es el catalizador necesario para que personajes tan perversos como Guillermo Reyes, Mari Carmen Castellano o la desaparecida Toñi Torres, cerebro de gran parte de estas operaciones, pudieran ejecutar su sinfonía de mamandurria durante aquellos duros años de 2003 a 2007 en Telde. Pero Mena sigue, como quedó comprobado este mismo lunes en el juicio que se celebró en Penal 2 de Las Palmas de Gran Canaria, cuya crónica de Iván Suárez también les aconsejamos leer. Mena, testigo de cargo, acudió con el escapulario de imputado por haber presuntamente falsificado los documentos que permitieron que el juicio de ayer se celebrara. Un crack de la verguilla, porque el alambre es algo muy elegante para personaje tan zafio.