La historia de las elecciones de este martes habrá que escribirla con un poco más de perspectiva, pero así, a tan pocas horas vista, hemos de asegurarles que lo de Grisaleña tiene su cosa. Le fallaron algunos votos con los que contaba, como el de la asociación de grandes superficies, con El Corte Inglés a la cabeza, que prefirió otros calores para sus proyectos de expansión. Ellos sabrán por qué. Otros fallaron por miedo, como el sector de Aduanas, tan vinculado al Puerto y a sus actividades. Y otros lo perdieron (el miedo), como Fuerteventura, que votó en bloque por Grisaleña por el sencillo detalle de haberse dado un salto hasta aquella isla a explicarles su programa electoral. Otros apoyos fueron más sorprendentes, como el de Eustasio López, que votó por Grisaleña tanto desde el sector turístico como por la construcción. El dueño de Lopesan se alineó exactamente con el bando contrario de Tony Rivero, al que todavía reprocha su actuación en la polémica del dique Reina Sofía.