Efectivamente, retomando su inveterada costumbre de gastarse la pasta de los contribuyentes en campañas de autobombo, José Manuel Soria ha puesto a sus publicistas a trabajar para que todos los canarios sepamos que se ha reducido drásticamente el impuesto de sucesiones con el muy loable objetivo de que todos seamos más felices. Fíjense en los mensajes de la valla publicitaria y verán con qué sutileza nos mete el gol por la escuadra, porque ya nos dirán ustedes en qué se van a beneficiar los contribuyentes que no heredan nada porque o no se les muere un pariente o no les deja nada más allá de las deudas y los vales de Santa Lucía. La medida supondrá dejar de recaudar unos 58 millones al año, más el coste de la campaña, que sale de la misma caja.