La trayectoria de López Peraza en la función pública ha estado, además, jalonada de acontecimientos administrativos altamente llamativos. Según la información dada a conocer la semana pasada por la alcaldesa de San Bartolomé, este funcionario fue inhabilitado en 2005, pero en 2007 logró la plaza de secretario municipal en Tunte, a la que se sumó luego la de vicesecretario general del Cabildo de Gran Canaria. Ese mismo año, el Ministerio de Administraciones Públicas lo destituye de su plaza de la corporación insular y lo pasa a Arucas, plaza que recurre el afectado, que acaba obteniendo de nuevo la del Cabildo. El 23 de enero de ese año de 2008, dicta sentencia la Audiencia Nacional ratificando su inhabilitación, lo que, en teoría, haría efectiva la sanción. En 2009, el ministerio requiere al consistorio tirajanero para que cese a López Peraza, lo que se convirtió en una misión compleja porque hasta a la Policía Local le costó trabajo localizarlo para notificarle la correspondiente resolución. Pero, curiosamente, el Boletín Oficial del Estado del pasado 10 de marzo lo vuelve a nombrar secretario municipal de San Bartolomé de Tirajana, motivo por el cual desde entonces anda el hombre intentando que lo repongan. De momento, la alcaldesa se resiste.