Les contábamos ayer sin dar nombres cómo está siendo el conchabo que parece va a haber en el asunto de la playa de Balito. Nuestros lectores, que son muy exigentes, ya nos reclaman una explicación y algunos nos preguntan por qué en este asunto no hemos dado esos nombres. Ya saben que somos débiles de voluntad, así que empezamos por adelantarles el de un primer responsable, un oscuro jefe de la Demarcación de Costas, el señor López Orive. Se trata de un funcionario que ha ejercido de virreicillo de una centralizada e insensible Administración de Costas, alejado de lo que puede ser una política moderna de gestión del dominio público. Y aunque siempre nos han dicho que el dominio público es innegociable, en este caso de Balito han celebrado secretas reuniones con el propietario del hotel medio precintado que ahora se va a abrir previa demolición de otra parte. La negociación la ha llevado el propietario, el señor Barrera, hombre cercano al PP, asistido por el conocido letrado Jiménez de Cisneros. López Orive, del que se sabe que tocó poca bola, es responsable por el vacío en que ha instalado su cargo. Lo manda todo pero es un mandado. No ha participado en este asunto la musa de Orive, el ingeniero del régimen Enrique Copeiro. Y a lo mejor la solución es buena. Pero desde luego, oscurantista.